¿Somos emocionalmente inteligentes?
“Cualquiera
puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse
con
la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno,
con
el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente,
no
resulta tan sencillo”
Aristóteles
Somos una persona
emocionalmente inteligente?
Una
persona emocionalmente inteligente es aquella que tiene la capacidad de manejar
los sentimientos propios y ajenos. Las personas emocionalmente inteligentes
tienen a una serie de hábitos y comportamientos que contribuyen a su capacidad
de gestionar sus propias emociones y comprender los sentimientos de los demás.
Podemos
hablar de 5 características que ayudarán a identificar nuestra
inteligencia emocional, según reconozcamos que nos resultan relativamente familiares
en nuestra actuación diaria.
1
– Las personas emocionalmente inteligentes prestan atención a lo que están
sintiendo. Daniel Goleman identifica la autoconciencia como uno de los
componentes clave de la inteligencia emocional. La autoconciencia consiste en
la capacidad de reconocer los estados de ánimo, emociones y sentimientos.
Parte
de la autoconciencia también implica ser consciente de cómo las emociones y
estados de ánimo influyen en otras personas. Esta capacidad de controlar los
propios estados emocionales es un requisito básico para la inteligencia
emocional.
2
– Las personas emocionalmente inteligentes identifican cómo se sienten otras
personas. La empatía es otro de los elementos principales que Goleman
relaciona con la inteligencia emocional. La empatía implica la capacidad de
comprender las emociones de otras personas.
Con
el fin de interactuar con otras personas en múltiples ámbitos de la vida, las personas emocionalmente inteligentes son
capaces de saber lo que otros están sintiendo. Si un compañero de trabajo o un
cliente, está molesto o frustrado, sabiendo lo que siente, se le puede dar una
mejor idea de cómo responder.
3
– Las personas emocionalmente inteligentes son capaces de regular sus emociones.
La autorregulación
es absolutamente fundamental para la inteligencia emocional. La comprensión de sus
emociones es grande por parte de las personas de las que estamos hablando, pero
no es particularmente útil si no se puede hacer uso práctico de este
conocimiento.
Por eso, las personas emocionalmente inteligentes piensan, antes
de actuar, sobre sus sentimientos. Están en sintonía con lo que sienten, pero
no permiten que sus emociones gobiernen, cotrolando sus vidas.
4
– Las personas emocionalmente inteligentes tienen claras habilidades sociales
Probablemente,
esto sea debido, al menos en parte, a que saben estar en sintonía con sus
propios sentimientos, así como con los de los demás. Ellas saben cómo tratar
con la gente de manera efectiva, mantener relaciones sociales saludables y por
lo tanto contribuir al éxito de aquellos que les rodean.
5
– Las personas emocionalmente inteligentes son capaces de identificar correctamente
las causas
de sus emociones y también a hablar de ellas a los demás cuando es
conveniente.
Las
personas emocionalmente inteligentes son capaces de ver la situación e
identificar correctamente la verdadera fuente de sus sentimientos. Al principio
esto puede parecer una tarea fácil, pero en la realidad no lo es, porque la
vida emocional suele ser complicada. Localizar la fuente exacta de los
sentimientos puede ser particularmente difícil en casos relacionados con
emociones fuertes, como el amor o la ira o el dolor.
Mejorar la
inteligencia emocional es algo que requiere trabajo,
pero se puede
conseguir. Es más, es completamente
necesario si se
quiere progresar a nivel personal y mejorar
las relaciones
con los demás.
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