El aburrimiento, sentimiento de jóvenes y adultos...
Por Marcelo
Vázquez Avila
¿Qué es el aburrimiento?
Aunque cualquier
persona puede sentirse aburrida en un momento dado y de manera esporádica, a
veces, el aburrimiento se convierte para algunas personas en algo crónico que
puede tener consecuencias negativas para su vida. Por ejemplo, el aburrimiento puede
empujar a una persona a comer o beber en exceso, o a recurrir
compulsivamente a juegos de azar.
El aburrimiento
es más perjudicial en la adolescencia, pues puede empujar a los jóvenes a
implicarse peligrosamente en actividades de excesivo riesgo o autodestructivas.
Nos aburrimos
cuando no disfrutamos el estar con nosotros mismos y buscamos nuestro
contentamiento en la satisfacción de expectativas por cosas o sucesos que no
dependen de nosotros. Es una emoción propia de un vivir que ha
perdido sentido y gozo en el quehacer
cotidiano. En el aburrimiento, lo que tenemos no nos interesa e imaginamos que
lo que no poseemos sí estimularía nuestra actividad. Pero en el fondo no es
así, porque lo que nos falta es estar bien con nosotros mismos en la soledad de la intimidad. El
aburrimiento es una emoción propia de una cultura que rompe la espiritualidad
del vivir en armonía con el ambiente, ya sea externo o interno.
También es
propio de una cultura que orienta a los niños a buscar el sentido de la vida en
las cosas, en la continua enajenación de una carrera interminable. En estas
circunstancias, el sentimiento de aburrimiento ocurre al sentirse con desgana
en -un hacer y no hacer- un presente sin sentido. Por eso el que se aburre
busca salir del aburrimiento en la diversión puramente extrínseca, la que capta
su atención por un momento, para dar cabida nuevamente al aburrimiento…
Los aspectos
positivos del aburrimiento
El aburrimiento
tiene también un aspecto positivo; nos indica que necesitamos hacer cambios y
nos empuja a aprender algo nuevo, explorar el mundo que nos rodea, experimentar
y ser creativos. El aburrimiento puede estar indicándonos que necesitamos
ampliar nuestras fronteras, salir del mundo habitual y plagado de rutinas en
busca de algo nuevo y diferente, poniendo en tela de juicio nuestra forma de
pensar y actuar. Puede empujarnos a perseguir sueños o metas que no pensábamos
que estaban a nuestro alcance, y salir en busca de algo mejor.
Es
decir, como cualquier otra emoción que puedas sentir, el aburrimiento es
también una guía que te muestra lo que está sucediendo dentro de ti y los
cambios que necesitamos hacer.
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