En búsqueda de la mitad perdida

por Marcelo Vázquez Avila





Hace unos días en Buenos Aires volví a encontrarme con un amigo de la juventud y me hablaba -no sin algo de nostalgia- que aún sueña con encontrar en esta vida a su mitad perdida. Alguien con quien tengas tanta afinidad, comprensión y reciprocidad amorosa que, aunque sean dos personas distintas, sientas que cuando están juntos son como uno solo ser, completo y feliz.

Recordaba entonces de dónde viene la idea de que si tienes la fortuna de toparte con tu otra mitad -también conocida como "media naranja"- alcanzarás la plenitud en el amor.

La creencia de que todos tenemos una mitad perdida por el mundo, a la que hay que hallar para lograr la felicidad completa, fue comentada hace más de dos mil años (360 antes de nuestra Era) por Platón. En "El banquete", expuso a través de los argumentos que desarrollan los personajes de su libro seis maneras distintas de entender a eros. Como filósofo, Platón reflexionó mucho acerca de la naturaleza del amor y, en términos generales, llegó a la conclusión de que el verdadero amor, al que debemos aspirar, es más espiritual que físico. De ahí que a esta manera de entender y vivir el amor se le llame "amor platónico".

Cuenta en su obra un simpático mito que puso en boca de Aristófanes, padre de la comedia griega y uno de los personajes que participan en "El banquete", para mostrar una de las caras del asunto más llevado y traído de la historia, el del amor.

Aristófanes, uno de los convidados al banquete

Una costumbre de los griegos ilustrados de la antigüedad era que al final de un banquete, cuando había concluido la comida y los sirvientes habían despejado la mesa, los comensales seguían bebiendo vino y organizaban un "simposio", es decir una ronda de discusión en torno a algún tema sobre el que cada uno de los invitados al banquete participaba con un argumento.

"El banquete" de Platón narra el simposio sobre el amor que se llevó a cabo después del banquete que ofreció Agatón a sus distinguidos invitados, personas de refinado ingenio de la sociedad ateniense dedicados a la poesía, a la dramaturgia y al conocimiento. Hoy en día llamaríamos a esta reunión una "cena de intelectuales". El invitado de honor de este banquete fue Sócrates, maestro de Platón. Según éste, también se contaron entre los convidados, el médico Erixímaco, Pausanias, Fedro y el comediante Aristófanes. Este último expuso su argumento sobre qué es el amor y cuáles son sus efectos, a través de un mito que habla de cuando las parejas amorosas estaban unidas y conformaban un solo ser. Según su relato, originalmente los humanos éramos seres dobles. Así, nuestras fuerzas eran prodigiosas y nos volvimos arrogantes. Un día desafiamos a los dioses y Zeus como castigo nos cortó a cada uno en dos partes. Estiró nuestra piel y la enredó cerrándola en lo que ahora es el ombligo. Desde entonces nos sentimos incompletos. Lo que nos falta, nos duele. Cuando encontramos a otra persona en la que vemos nuestra mitad perdida nos abrazamos a ella para recordar cómo nos sentíamos siendo uno solo al principio.

Tras mucho pensarlo, al fin Zeus tuvo una idea y dijo: "Me parece que tengo una estratagema para que continúe habiendo hombres y dejen de ser insolentes y orgullosos, al hacerse más débiles. Ahora mismo, en efecto, voy a cortarlos en dos a cada uno, y así serán al mismo tiempo más débiles y más útiles para nosotros, al haber aumentado su número. Caminarán erectos sobre dos piernas: pero si todavía nos parece que son altaneros y que no están dispuestos a mantenerse tranquilos otra vez los cortaré en dos, de suerte que avanzarán sobre una sola pierna a pata coja". Dicho esto, Zeus fue cortando a los hombres en dos.

La naturaleza del amor es buscar a alguien que nos complete

Acerca del amor Aristófanes concluye: "Desde hace tanto tiempo, es el amor de unos a otros innato en los hombres y aglutinador de la antigua naturaleza; trata de hacer un solo individuo de dos y de curar la naturaleza humana". Por eso buscamos continuamente nuestra otra mitad. Cuando tropezamos con nuestra verdadera mitad de nosotros mismos sentimos un maravilloso impacto de amistad, de afinidad y de amor, de manera que no estamos dispuestos a separarnos ni un instante. Y deseamos pasar la vida entera en mutua compañía. De ahí el deseo de fundirse y unirse con el ser amado y llegar a ser uno solo de dos que eran. Pues nuestra antigua naturaleza era la de un todo, en consecuencia el anhelo y la persecución de ese todo recibe el nombre de amor.

Filosofía para la vida cotidiana

La historia que narró Aristófanes a los convidados del banquete es una ficción que pretende expresar algunos de los sentimientos que los seres humanos vivimos cotidianamente. En este caso, ilustra el sentimiento de fragmentación que puede sufrir el ser humano ante la pérdida de una pareja o ante la falta de una. Asimismo, a partir del mito Aristófanes expresa el sentimiento de unidad y plenitud que puede producir la condición amorosa. Hay una infinidad de formas de sentir, entender y explicar el amor.

Volviendo al principio, entiendo a mi amigo desde el momento en que tengo la suerte de sentirme en plenitud al re-unirme con mi otra mitad según predijo Zeus que ocurriría. Gracias Ana.

Fuente:


Platón: El banquete, introducción de Carlos García Gual, traducción y notas de Fernando García Romero, Madrid, Alianza Editorial (El libro de Bolsillo, sección Clásicos), 1989.























Comentarios

josé ha dicho que…
Todo bien, aunque a veces a mi media naranja,me dan ganas de cortarla en pedacitos como decia alguno de los personajes del cuento,
aunque no lo predijo Zeus,
saludos
José

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